viernes, 5 de junio de 2015

Distanacia
La distanasia, encarnizamiento, obstinación o ensañamiento terapéutico) es el empleo de todos los medios posibles, sean proporcionados o no, para prolongar artificialmente la vida y por tanto retrasar el advenimiento de la muerte en pacientes en el estado final de la vida, a pesar de que no haya esperanza alguna de curación.
 
Distanasia & Eutanasia
La distanasia es lo opuesto a la eutanasia. Se conoce como antidistanasia a la actitud de rechazo a la distanasia, que en unos casos se convierte en un apoyo a la eutanasia y en otros en defensa de la ortotanasia.
Tanto los Estados como los diversos colegios de médicos y enfermeras han desarrollado leyes o códigos que regulan cuándo una acción médica puede ser considerada como ensañamiento.
Los factores a tomar en cuenta son los siguientes:
  • Deseo del enfermo y de sus familiares (se recomienda la redacción del testamento vital)
  • La opinión de los médicos (lex artis)
  • La proporcionalidad de los medios en relación con el resultado (no ensañamiento - si cuidados)
Se puede afirmar que es moral continuar los tratamientos normales para aliviar el dolor pero se puede renunciar a tratamientos que procurarían solo una prolongación precaria de la vida

Se trata de la oposición que tiene el paciente, los familiares y hasta los médicos de que morir. A pesar de todas la complicaciones que se puedan suscitar en torno a una enfermedad, la Distanasia se puede considerar una oportunidad para quienes no desean morir, pero es importante destacar que en la sociedad que apoya los derechos humanos en todas sus características, la Distanasia es considerada un “Ensañamiento” contra el paciente, pues por lo general al paciente e le somete a una serie de acciones que lo hacen sufrir sin medida.

La Distanasia no se trata de crueldad médica, pero si está muy claro que este proceso retrasa el descanso del paciente en paz, existen casos en lo que el enfermo ha querido dejar de pasar por todo lo que está pasando con la muerte y se le impide. A partir de esto se genera una matriz de opinión en la que se establecen dos bandos, el primero está a favor del descanso y de un alto al sufrimiento, y del otro está el de agotar todas las posibilidades para que viva y para que supere la enfermedad. La Distanasia cuando es aplicada en enfermedades que no tienen cura pierde un poco el sentido que se presenta, el efecto que puede tener algún medicamento sobre la salud del paciente es nulo o negativo, sin embargo, se le sigue administrando cualquier método para que mejore. En estos casos se aplicaría la eutanasia, pero no se hace, entonces es Distanasia

 

miércoles, 3 de junio de 2015

Distanasia   

La distanasia, encarnizamiento, obstinación o ensañamiento terapéutico) es el empleo de todos los medios posibles, sean proporcionados o no, para prolongar artificialmente la vida y por tanto retrasar el advenimiento de la muerte en pacientes en el estado final de la vida, a pesar de que no haya esperanza alguna de curación.

Distanasia & eutanasia

La distanasia es lo opuesto a la eutanasia. Se conoce como antidistanasia a la actitud de rechazo a la distanasia, que en unos casos se convierte en un apoyo a la eutanasia y en otros en defensa de la ortotanasia.
Tanto los Estados como los diversos colegios de médicos y enfermeras han desarrollado leyes o códigos que regulan cuándo una acción médica puede ser considerada como ensañamiento.
Los factores a tomar en cuenta son los siguientes:
  • Deseo del enfermo y de sus familiares (se recomienda la redacción del testamento vital)
  • La opinión de los médicos (lex artis)
  • La proporcionalidad de los medios en relación con el resultado (no ensañamiento - si cuidados)
Se puede afirmar que es moral continuar los tratamientos normales para aliviar el dolor pero se puede renunciar a tratamientos que procurarían solo una prolongación precaria de la vida
 
En la actualidad, la mayorí­a de las personas no mueren de una manera brusca e inesperada, sino que lo hacen en las camas de los hospitales o en su domicilio, siendo tratadas por profesionales de la salud.
Los cuidados médicos en pacientes en estado terminal son uno de los temas más discutidos, no sólo en la literatura médica reciente, sino también en el campo jurí­dico, polí­tico, ético y en los medios de comunicación.
Hasta finales del siglo pasado, poco podí­a hacer el médico por su paciente cuando éste se enfrentaba con una probable muerte. La mayorí­a de las personas morí­a por infecciones intratables: neumoní­a, tuberculosis, etc. Desde hace unas décadas la situación ha cambiado de modo radical; aquellas enfermedades han sido controladas y ahora las causas de muerte son principalmente enfermedades crónicas, degenerativas y tumorales ““como las enfermedades del corazón, las enfermedades cerebro-vasculares o el cáncer-, que se presentan en personas de edad, suelen ser progresivas durante varios años antes de la muerte y son susceptibles de diversos tratamientos que prolongan a veces la vida por largos periodos. Hoy dí­a el personal sanitario puede ejercer un control más eficaz en las situaciones lí­mite, pero también a veces puede prolongar inútilmente la vida de estos pacientes. Estos hechos han ocasionado una serie de problemas hasta hace unos años impensables

 

Implicaciones de la distanasia

  • Prolongación innecesaria o fútil de los medios de soporte vital
  • Situación irreversible
  • Intencionalidad maliciosa (véase Primum non nocere, principio de no maleficencia)
  • Angustia del médico
  • Ignorancia de los derechos del paciente
  • Adopción de medidas terapéuticas que contemplan investigación científica

Criterios

Existen algunos criterios para que el ensañamiento se verifique:
  • Inutilidad o ineficacia de la terapia
  • Penosidad o gravosidad para el enfermo
  • Excepcionalidad de las intervenciones o medios terapéuticos (medios desproporcionados).[2]
Sin embargo, no se han de abandonar los tratamientos ordinarios para reducir el malestar:
2. En caso de enfermedad incurable y terminal, el médico debe limitarse a aliviar los dolores físicos y morales del paciente, manteniendo en todo lo posible la calidad de una vida que se agota y evitando emprender o continuar acciones terapéuticas sin esperanza, inútiles y obstinadas. Asistirá al enfermo hasta el final, con el respeto que merece la dignidad del hombre. 3. La decisión de poner término a la supervivencia artificial en caso de muerte cerebral sólo se tomará en función de los más rigurosos criterios científicos y las garantías exigidas por la Ley. Antes de suspender los cuidados, dos médicos cualificados e independientes del equipo encargado de obtener los órganos para trasplante, suscribirán un documento que autentifique la situación